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Sobre la ley

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STO. TOMÁS DE AQUINO

 

SOBRE LA LEY

 

SUMMA THEOLOGIAE

PRIMERA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE (I-II)

(Trad. Luis Inclán)

CUESTIÓN 102

Razón de los preceptos ceremoniales

ARTÍCULO 1

 

¿Tienen causa o razón de ser los preceptos ceremoniales?

 

 

Objeciones por las que parece que los preceptos ceremoniales no tienen causa o razón de ser.

 

1. Sobre aquello que se lee en Ef 2: Anulando la ley de los mandamientos, formulada en decretos, esto es, dice la Glosa: Anulando la vieja ley en lo que toca a las observancias carnales, sustituyéndolas con los preceptos evangélicos, fundados en razón. Pues, si las observancias de la vieja ley estuvieran fundadas en razón, serían anuladas sin motivo por otros decretos razonables de la nueva ley. Luego las observancias ceremoniales de la ley antigua no tenían razón de ser.

 

2. La ley antigua sucede a la ley natural. Pero en la ley natural hubo algún precepto que no tenia otra razón que probar la obediencia del hombre, como dice San Agustín, en Gen. Ad Litt., 8 sobre la prohibición del árbol de la vida; luego también en la ley vieja debían darse algunos preceptos con que probar la obediencia del hombre, pero que de suyo no tenían razón ninguna.

 

3. Las obras del hombre se llaman morales en cuanto se ajustan a la razón. Si los preceptos ceremoniales tuvieran alguna razón, no se diferenciarían de los morales. Parece, pues, que los preceptos ceremoniales no tienen causa alguna, porque la razón del precepto se toma de alguna causa.

 

Contra esto: Está lo que se dice en Sal 18: Los preceptos del Señor son limpios, iluminan los ojos. Pero los preceptos ceremoniales son preceptos de Dios; luego son limpios, lo que no serían si no tuvieran una causa razonable. Luego los preceptos ceremoniales tienen una causa razonable.

 

Solución: Es propio del sabio poner orden en las cosas, según dice el Filósofo en I Metaph. Lo que procede de la sabiduría divina debe estar ordenado, como dice el Apóstol en Rom 13. Pues para que las cosas estén ordenadas se requieren dos condiciones: la primera, que tiendan a su debido fin, que es el principio de todo orden en los casos prácticos; pues las cosas que suceden casualmente, sin la intención de lograr un fin, o que no se hacen con seriedad, sino como un juego, las llamamos desordenadas. La segunda, que conviene que lo que tiende a un fin, esté proporcionado a ese fin; de donde se sigue que la razón de los medios se toma del fin, como la razón de la disposición de la sierra se toma de la acción de serrar, que es su fin, según se dice en II Phys. Ahora bien, es manifiesto que los preceptos ceremoniales, igual que los demás preceptos de la ley, han sido establecidos por la sabiduría divina; por lo cual se dice en Dt 4: Esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante las naciones. Por esto es necesario decir que los preceptos ceremoniales están ordenados a un fin, del cual podemos asignar sus causas razonables.

 

Respuesta a las objeciones:

 

1. Se puede decir que las observancias de la ley antigua carecen de razón, puesto que, consideradas en su misma naturaleza, no la tienen; por ejemplo, que un vestido no sea confeccionado de lana y de lino. Sin embargo, pueden tener razón en orden a otra cosa, esto es, a que por este precepto se figura alguna cosa o se excluye algo. En cambio, los preceptos de la ley nueva sobre la fe y el amor de Dios son razonables por la naturaleza misma de sus actos.

 

2. La prohibición del árbol de la ciencia del bien y del mal no tuvo por causa que el árbol fuese malo por naturaleza, sino que su prohibición estaba motivada por razón de un fin, a saber, por algo que en él se figuraba: y así también los preceptos ceremoniales de la antigua ley tienen su razón de ser en que se ordenan a otra cosa.

 

3. Por su naturaleza, los preceptos morales tienen causas razonables, como el no matar, no hurtar; pero los preceptos ceremoniales tienen sus causas razonables en estar ordenados a otra cosa, como se ha dicho.

 

 
     

SOBRE LA LEY

SOBRE LA LEY EN GENERAL

I-II, q. 90, La esencia de la ley

I-II, q. 91, Las distintas clases de leyes

I-II, q. 92, Los efectos de la ley

SULLE PARTI DELLA LEGGE

Ley eterna

I-II, q. 93, La ley eterna

Ley natural

I-II, q. 94, La ley natural

Ley humana

I-II, q. 95, La ley humana

I-II, q. 96, El poder de la ley humana

I-II, q. 97, Sobre la mutabilidad de las leyes

La antigua ley

I-II, q. 98, La antigua ley

I-II, q. 99, Los preceptos de la ley antigua

I-II, q. 100, Los preceptos morales de la ley antigua

I-II, q. 101, Los preceptos ceremoniales en sí mismos

I-II, q. 102, Razón de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 103, Duración de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 104, Los preceptos judiciales

I-II, q. 105, Naturaleza de los preceptos judiciales

La nueva ley

I-II, q. 106, Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

I-II, q. 107, Comparación entre la ley antigua y la nueva

I-II, q. 108, El contenido de la ley nueva