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Sobre la ley

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STO. TOMÁS DE AQUINO

 

SOBRE LA LEY

 

SUMMA THEOLOGIAE

PRIMERA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE (I-II)

(Trad. Luis Inclán)

CUESTIÓN 100

Los preceptos morales de la ley antigua

ARTÍCULO 1

 

¿Son de ley natural todos los preceptos morales?

 

 

Objeciones por las que parece que todos los preceptos morales pertenecen a la ley natural.

 

1. En Eclo 17 se lee: Y les añadió la disciplina, dándoles en herencia una ley de vida. Pero la disciplina se contrapone a la ley natural, por cuanto la ley natural no se aprende, sino que se tiene por instinto natural. Luego no todos los preceptos morales son de ley natural.

 

2. La ley divina es más perfecta que la humana. Pero la ley humana añade a los preceptos de la ley natural otros referentes a las buenas costumbres, lo que se demuestra por el hecho de que la ley natural es la misma para todos, y las costumbres son diversas en los diferentes pueblos; luego con mayor razón la ley divina debe añadir a la ley natural algunas reglas que se refieren a las buenas costumbres.

 

3. Así como la razón natural induce a algunas buenas costumbres, del mismo modo la fe, por lo que se dice en Gál 5 que la fe es activa por la caridad. Pero la fe no se halla contenida en la ley natural, pues lo que es de fe supera la razón natural; luego no todos los preceptos morales de la ley divina son de ley natural.

 

Contra esto: Está lo que dice el Apóstol a los Romanos, 2: Los gentiles, que no tienen la ley, cumplen de forma natural los preceptos de la ley, en todo lo que toca a las buenas costumbres. Luego todos los preceptos morales de la ley son de ley natural.

 

Solución: Los preceptos morales, que difieren de los ceremoniales y judiciales, son los referidos a las buenas costumbres. Ahora bien, las costumbres humanas se regulan por la razón, que es la norma propia de los actos humanos, y así serán buenas las que concuerdan con la razón, y malas los que se apartan de ella. Pero como todo juicio de la razón especulativa procede del conocimiento natural de los primeros principios, así todo juicio de la razón práctica proviene de ciertos principios naturalmente conocidos, como ya se ha dicho. De los cuales puede procederse de diferente modo a la hora de juzgar. Porque en los actos humanos hay cosas tan claras que con una pequeña consideración se pueden aprobar o reprobar, mediante la aplicación de aquellos primeros y universales principios. Pero hay otras cuyo juicio requiere mucha consideración de las diversas circunstancias, que no están al alcance de cualquiera, sino sólo de los sabios, como la consideración de las conclusiones particulares de las ciencias no es de todos, sino de sólo los filósofos. Otras hay para cuyo juicio necesita el hombre ser ayudado por la revelación divina, como son las cosas de fe.

Así pues, resulta claro que, versando los preceptos morales sobre las buenas costumbres, rigiéndose éstas por la razón natural y apoyándose de algún modo todo juicio humano en la razón natural, es necesario que todos los preceptos morales sean de ley natural, aunque en diverso modo. Pues hay unos que cualquiera, con su razón natural, entiende que se deben hacer o evitar, como Honra a tu padre y a tu madre y No matarás, No hurtarás, que son absolutamente de ley natural. Otros hay que se imponen después de atenta consideración de los sabios, y éstos son de ley natural, aunque necesitan de la disciplina con que los sabios instruyen a los rudos; como Levántate ante la cabeza cana y honra la persona del anciano, y otros semejantes. Finalmente, hay otros para cuyo juicio la razón humana necesita de la enseñanza divina, por la que somos instruidos de las cosas divinas, como aquello: No te harás imágenes talladas ni figuración alguna. No tomarás el nombre de tu Dios en vano.

 

Respuesta a las objeciones: es evidente por lo expuesto.

 

 
     

SOBRE LA LEY

SOBRE LA LEY EN GENERAL

I-II, q. 90, La esencia de la ley

I-II, q. 91, Las distintas clases de leyes

I-II, q. 92, Los efectos de la ley

SULLE PARTI DELLA LEGGE

Ley eterna

I-II, q. 93, La ley eterna

Ley natural

I-II, q. 94, La ley natural

Ley humana

I-II, q. 95, La ley humana

I-II, q. 96, El poder de la ley humana

I-II, q. 97, Sobre la mutabilidad de las leyes

La antigua ley

I-II, q. 98, La antigua ley

I-II, q. 99, Los preceptos de la ley antigua

I-II, q. 100, Los preceptos morales de la ley antigua

I-II, q. 101, Los preceptos ceremoniales en sí mismos

I-II, q. 102, Razón de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 103, Duración de los preceptos ceremoniales

I-II, q. 104, Los preceptos judiciales

I-II, q. 105, Naturaleza de los preceptos judiciales

La nueva ley

I-II, q. 106, Sobre la ley del Evangelio, llamada ley nueva, en sí misma considerada

I-II, q. 107, Comparación entre la ley antigua y la nueva

I-II, q. 108, El contenido de la ley nueva